El liderazgo empresarial busca conseguir que equipos heterogéneos de personas se comprometan día a día y actúen todo el año sin apenas esfuerzo. Chris Lytle escribió en su libro The Accidental Sales Manager:“Tú eres el director comercial pero no diriges las ventas. Debes formar a los jugadores para que hagan lo necesario para ganar, en lugar de intentar enseñarles a anotar.”
El coaching no es dirigir, formar o mentorizar. No es decirle a las personas lo que han de hacer. A la gente no les gusta que le digan lo que tiene que hacer, prefiere que la capaciten y la ayuden. Le gusta involucrarse. Como reza el dicho: “Dime algo y lo olvido, enséñame algo y lo recuerdo, pero involúcrame y aprendo”. El coaching hace referencia a esto, e inspira a las personas a ser mejores en todo lo que hacen. Se enfoca en el desarrollo de individuos y en mejorar gradualmente su rendimiento, enfoque mucho más práctico que decirle a alguien qué hay que hacer, lo cual genera resistencia.
El Coaching no es Formación
Aunque la formación y el coaching promueven el aprendizaje, lo hacen de maneras diferentes:
La formacion enseña habilidades o conocimientos concretos. El coaching facilita el pensamiento de alguien y le ayuda a aprender sobre la marcha.
La formación suele tener lugar de forma externa o en aulas. El coaching tiene lugar en la oficina y (si lo lleva a cabo un director) se puede integrar en las conversaciones cotidianas de trabajo.
La formación suele ejecutarse en grupos. El coaching, aunque puede hacerse en grupos, suele ser un proceso individual, adaptado a las necesidades personales.
La formación suele desarrollarla un consultor externo o un formador interno. El coaching puede llevarlo a cabo un consultor externo, o un director.
El Coaching no es Mentoring
Hay algunas leves similitudes entre el coaching y el mentoring, ya que ambos suelen ser conversaciones personales encaminadas a potenciar el desarrollo personal y profesional, pero hay también notables diferencias:
Un mentor suele ser una persona más experimentada que comparte experiencia y consejos con un novel que trabaja en el mismo campo. Un coach no tiene porque ser superior a la persona que recibe el coaching, y no suele dársele consejos ni transmitir experiencia. Más bien se usan preguntas y comentarios para hacer a la otra persona pensar y aprender de manera práctica.
Un mentor no suele ser el director de la persona a mentorizar, sino alguien a quien acudir por consejo y guía cuando se necesite. El coaching suelen impartirlo directores a sus equipos.
El Coaching no es Consultoría
Tal como con el mentoring, también hay pequeñas similitudes entre el coaching y la consultoría. Ambas suelen ser conversaciones personales destinadas al desarrollo personal del ciente, pero también hay diferencias notables:
La consultoría y la terapia tratan con problemas personales. El coaching trata el desempeño tanto profesional como personal.
La consultoría la buscan personas con alguna dificultad. El coaching lo usan gente con alto rendimiento, emprendedores o personas que sencillamente están atascadas.
Muchas facetas de la consultoría se centran en el pasado. Buscan en el origen y la resolución de problemas. El coaching se centra en el futuro y en desarrollar soluciones inspiradoras y viables.
Un coaching eficaz mejora los índices de ventas, libera a los empresarios del tiempo que dedican a la gestión, desarrolla y conserva el talento y refuerza lo aprendido en la formación. Puede aportar a tu empresa una verdadera ventaja competitiva. ¡El coaching FUNCIONA!
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